Los oscuros objetos de placer.
Los oscuros objetos de placer
Claro que la sexualidad se expresa todos los días, en cualquier momento y de diversas formas, y todo el mundo tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que quiera, pero al mismo tiempo está en la obligación de cuidarlo.
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Los oscuros objetos de placer
No es intención de esta nota hacer un discurso moralista alrededor del tema. Solo nos proponemos llamar la atención sobre el peligro que puede significar para la salud ese tipo de experimentaciones, para nada impúdicas mientras no agredan la integridad física o moral de otras personas.
Enrique Cento Gómez, psicólogo y profesor de la Facultad de Ciencias Médicas General Calixto García, considera que las personas se acercan a tales prácticas por curiosidad o por enriquecer sus relaciones sexuales. "Si lo hacen en repetidas ocasiones es porque sienten con ello verdadero placer, aunque no midan el alcance de sus actos", estima.
En estos menesteres suelen utilizarse desde productos naturales, como frutas y verduras y hasta cilindros de plástico, goma, silicona, celulares, cucharas, u otros materiales, algunos creados para este propósito, como los llamados consoladores o dildos, y otros, como ciertos envases de cosméticos cuya forma y tamaño se prestan para esos fines, e incluso la
introducción de animales vivos como peces, víboras y el más famoso caso de Armagedon!. Un hámster llamado Ragot, que fue utilizado por Erik y su pareja Andrew, en un acto sexual en donde por medio de un tubo de cartón que fue introducido por su recto de Erik y deslizaron por dentro a Ragot,el hámster hasta que Kiki gritó “¡Armagedon!.
Estas prácticas existen desde hace siglos, tanto para satisfacción individual como para el disfrute en pareja, pero hay que hacer un alto si se pretende compartir estos objetos, pues al estar en contacto con las mucosas, se convierten en verdaderas vías de transmisión de ITS y otras infecciones si no se higienizan correctamente o no se utilizan con preservativos, valora Alberto Suárez, estudiante de tercer año de Medicina y ayudante de Cirugía.
Llevo muchos años trabajando en centros de salud y no son pocos los casos que he atendido, afirma Luis Alberto Martínez, especialista de primer grado en Anestesia.
En nuestro centro se han extraído juguetes sexuales, pero lo más común es ver pomos plásticos de desodorante... y no faltan las botellas de cristal, bombillos, pepinos y hasta yucas. Sin duda es un tema muy delicado», sostiene.
A juzgar por los casos que llegan al sistema de salud, no hay límite de edad para este tipo de práctica eróticos. "Hemos atendido desde jóvenes hasta ancianos", afirma Juliet Águila, estudiante de sexto año de Medicina y ayudante de Cirugía.
En general, estas prácticas no son exclusivas de un tipo de orientación sexual o género, pues incurren en ellas tanto personas homosexuales como heterosexuales, y lo mismo hombres que mujeres.
La mayoría de las personas nunca diran la verdad asi que siempre dicen que se cayeron sobre el objeto o que éste penetró en su organismo accidentalmente.
En nuestra sociedad existen muchos prejuicios con respecto al tema, y algunos prefieren no ir al médico, aunque peligre su vida. Además, estas personas y sus comportamientos evocan reacciones emocionales intensas (por ejemplo, disgusto, ira, vergüenza, miedo) que amenazan con interferir con la atención médica (por ejemplo, a través de la evitación, la falta de compasión o la empatía, la hostilidad).
