Como cada noviembre, cuando el frío cala hasta los huesos, llega el momento más esperado por millones de personas: el Black Friday. Ese glorioso día en que la mente humana se convierte en una máquina perfecta de justificación para gastar mucho, pero mucho más de lo que se necesita o se puede permitir. Es la maratón anual donde el deporte no es correr, sino llenar el carrito hasta que duela la tarjeta de crédito.
En el episodio de hoy hablaremos de todas las ofertas disponibles en el Black Friday 2025, con descuentos en una amplia variedad de productos. Además, dejaremos los enlaces correspondientes para que puedas acceder fácilmente a cada promoción y aprovecharlas al máximo. Estas ofertas incluyen rebajas que llegan hasta el 40% y más en diferentes categorías, con promociones que se extienden desde el 20 de noviembre hasta el inicio de diciembre, cubriendo todo el periodo de Black Friday y Cyber Monday.
El fenómeno “Necesito todo, aunque no quiera nada”
Este año, casi ocho de cada diez españoles han declarado con orgullo que se lanzarán en masa a la aventura consumista con una media de gasto prevista de 219 euros. Sí, puede parecer poco para algunos, pero imagina que ese dinero se va en cosas como ropa, calzado, o esos aparatos electrónicos que uno ni sabía que existían pero que ahora resultan imprescindible para vivir la vida moderna… o al menos para poder presumir en redes sociales.
El sector de la moda todavía reina, con más de la mitad de los compradores anticipando adquirir prendas y complementos, aunque este año ha cedido un poco terreno ante la electrónica, que sube cuatro puntos. Eso sí, pequeño electrodoméstico, no te emociones, que bajas cinco puntos y parece que el exprimidor no está en la lista de prioridades este año.
¿Comprar con cabeza? Mejor comprar con miedo a perder la oferta
Parece que el ser humano tiene un botón oculto que se activa cuando ve la palabra “descuento”. Ese botón hace que la lógica tome vacaciones. ¿Qué sentido tiene comprar algo que no se necesita? ¿Para qué hacer listas presupuestarias cuando 42% de los compradores confiesa un comportamiento compulsivo en estas fechas?
Para muestra, un botón: un 15% admite haberse dejado llevar y gastar más de lo planeado, el 20% compró cosas que no pensaba adquirir y otro 20% se llevó a casa productos que no necesitaba. ¡Bienvenidos al club de los arrepentidos! Pero tranquilos, que la memoria es corta y para el año que viene volverán a caer en las mismas trampas.
La tienda física: ese lugar casi mítico
En un giro nada sorprendente, solo un 7% de los compradores planea la épica hazaña de ir a tiendas físicas. El resto decidió que es mucho más cómodo y menos estresante mirar ofertas desde el sofá con el móvil en mano, donde nadie puede arrebatar el último televisor o el robot aspirador que uno no sabe si necesita, pero que “estaba en oferta”.
Eso sí, la desconfianza persiste: el 69% de los compradores sospecha que las tiendas suben los precios semanas antes para luego anunciarlos como en super descuento. El clásico truco del “precio inflado” para que el descuento parezca más jugoso.
El dilema del ahorro: ¿Merece la pena el Black Friday?
A pesar de todo, el 65% de los compradores cree que merece la pena la caza de descuentos porque, según ellos, logran ahorrar una media de 109 euros. ¡Un buen golpe al bolsillo… pero con satisfacción en el alma!
Eso sí, después de vaciar el carrito, llega la realidad: ¿para qué tantas cosas? ¿Habrá espacio en casa para todo ese arsenal de compras compulsivas o veremos un Black Friday de objetos olvidados y arrepentimientos?
La sociedad del “compra ahora, piensa nunca”
El Black Friday no es solo un día, sino una temporada donde el impulso y el estrés se mezclan para crear la tormenta perfecta del consumo. Se adelantan las compras navideñas, se multiplica el gasto, y se convierten en héroes anónimos del consumo masivo. ¿La recomendación sensata? Pausar 24 horas antes de comprar, aunque sabemos que pocos resistirán esa tentación.
La cuestión final para 2025 es: ¿somos consumidores racionales adelante o víctimas felices del circo de ofertas que el Black Friday vende? Lo que sí es seguro es que la tarjeta de crédito y las plataformas online estarán en plena actividad, preparando el terreno para la próxima “maratón” de compras compulsivas.
Cierre irónico: El arte del Black Friday y la tarjeta en llamas
Después de meter todo en el carrito, llega la hora de la verdad: la confirmación de que tu tarjeta de crédito es como ese amigo que siempre dice “claro, yo pago la primera ronda” pero que luego se hace el remolón. Los bancos miran con ojos de tiburón hambriento a esos millones de españoles que este año gastarán alrededor de 210 euros cada uno, y ellos solo sonríen pensando en las comisiones y los intereses acumulados. Porque Black Friday no solo es el día del ahorro; es, en realidad, el día del pago diferido y las explicaciones a mamá y papá sobre por qué “era una oferta irresistible”.
Y mientras tanto, la mente humana se debate entre dos grandes dilemas existenciales: ¿realmente necesitaba cinco pares de calcetines y tres gadgets que uno ni sabe para qué sirven? ¿O fue ese momento de locura colectiva, ese blackout mental que venía con el carrito lleno y el ansia por aprovechar el descuento? Pero no importa, porque al fin y al cabo el Black Friday es también terapia sentimental: ¿qué mejor manera de olvidar los problemas que con la ilusión efímera de un paquete envuelto y la promesa de un “gran ahorro”?
Porque, seamos sinceros, el verdadero triunfo del Black Friday 2025 no es cuánto se acaba gastando o ahorrando, sino el arte de convencerse a uno mismo de que comprar compulsivamente y acumular cosas hará la vida más feliz. Y si no, siempre quedará esa noble excusa para futuras tertulias: “Estaba en oferta, no pude resistirme”. Así que, queridos lectores, preparen la tarjeta, afinen la rapidez del clic y abracen la locura anual del consumo, porque el Black Friday es menos una fecha y más una tradición sagrada.

